viernes, 26 de marzo de 2021

LA TEORIA DEL PRESUPUESTO EQUILIBRADO Y LA DEPRESIÓN ECONÓMICA

LA TEORÍA DEL PRESUPUESTO EQUILIBRADO Y LA DEPRESIÓN ECONÓMICA

 


POR MARCELINO LARA LUCAS
CONSULTOR EN ECONOMÍA Y FINANZAS 


Llama poderosamente la atención, escuchar y ver nuestras autoridades políticas celebrar y vanagloriarse por haber reducido, sustancialmente, el Gasto Público, y más específicamente el gasto de capital, en medio de la actual recesión económica, profundizada por pandemia Covi-19, que nos llevó al confinamiento global.

En nuestra humilde opinión, todo empezó en el proceso de formulación del actual presupuesto nacional inspirado en el planteamiento clásico de Adam Smith: El único presupuesto bueno es el presupuesto equilibrado.

Y por otro lado, asumir la teoría de los profetas del apocalipsis del déficit fiscal cuyo principal objetivo es enviar la señal de pago a tiempo y sin retraso, a los tenedores de bonos de la deuda pública. De esta forma se garantiza en el futuro seguir con las emisiones de deuda para "equilibrar" el presupuesto.

El enfoque del presupuesto equilibrado se corresponde con una visión anticuada del manejo de la Hacienda Pública, la cual estuvo vigente desde 1776, en los albores de la primera revolución industrial, y la aparición de la teoría económica clásica, hasta la Gran Depresión Económica de 1929.

Durante todos esos largos años fueron repetidos de generación en generación los siguientes enunciados económicos justificativos del presupuesto equilibrado:

  • La Hacienda Pública es simplemente una aplicación de la hacienda de una familia. Si ambos cónyugues gastan una cantidad superior a su renta mensual quiebran y comienza la miseria. Lo mismo ocurre con una nación.
  • El presupuesto debe estar equilibrado todos los años, y en un bajo nivel, con un gasto prudente y unos propósitos estrictamente limitados.

  • La deuda pública es una carga para nuestros hijos y nuestros nietos; cada dólar de deuda es una pesada roca que debemos llevar sobre la espalda. La deuda corrompe y la deuda pública corrompe absolutamente.

Después de la Gran Crisis Económica de 1930, todos esos paradigmas de origen clásicos quedaron en el pasado, y empezaron a surgir planteamientos muy diferentes para combatir la teoría del presupuesto equilibrado. Uno de esos fue el de Warren Smith quien dijo lo siguiente: La única regla buena es la de que el presupuesto nunca deberá estar equilibrado, excepto en el instante en que un superavit destinado a reducir la inflación se vea alterado por un déficit encaminado a combatir la recesión.

Si una economía no se encuentra en su nivel de producción potencial, como es el caso actual, por los efectos de la pandemia que han generado una recesión mundial, entonces debemos tomar en cuenta los impactos del ciclo económico sobre el presupuesto. Es lo que se conoce como Presupuesto Cíclico. Parecería que no hicimos bien la tarea al formular el presupuesto nacional.

En tiempo de recesión económica bajan todas las recaudaciones fiscales y si esas insuficiencias recaudatorias son cubiertas con emisiones de bonos y otras deudas en monedas extranjeras (dólar) para fortalecer las reservas internacionales del Banco Central y mantener asi estabilizada la tasa de cambio, mientras nos amarramos las manos para no gastar, entonces cómo es que pretendemos dinamizar la economía? A menos que estemos apostando a que sea el gasto del sector privado que nos saque de la depresión, y eso no va a suceder porque el sector privado no invierte sino tiene asegurada su tasa de ganancia, y ahí llegamos de nuevo al punto de que nadie produce si no hay demanda suficiente.

Debemos aprender a diferenciar los déficits cíclicos de los déficits estructurales, para así comprender mejor la influencia real de la política fiscal. El presupuesto estructural es uno de los instrumentos analíticos más importante de la macroeconomía ya que nos permite distinguir los cambios de la política económica de los efectos del ciclo económico y asi diagnosticar mejor la dirección en que la política fiscal lleva a la economía. (Samuelson)

Para saber en que dirección lleva la política fiscal a la economía, no hay que vivir tan pendiende del presupuesto efectivo sino del estructural.

La historia económica, así como la evidencia empírica, (los estudios de Fischer y Krugman) nos han demostrado que en tiempo de depresión económica, como el actual, sólo el aumento del gasto público puede ayudar a dinamizar la economía, sobretodo el gasto de capital porque el objetivo de la política económica en este caso debe ser concentrarse en crear nuevos empleos. Y el presupuesto debe ser un instrumento económico utilizado para crear empleos. Es un absurdo económico en este momento estar solamente concentrado en reducir el déficit fiscal y pagar la deuda pública.

Los déficits provocados por recesión económica, llamados también déficits cíclicos, no elevan los tipos de interés, y por tanto no expulsan inversión (Crowding Out). Es necesario entender que el déficit actual no tiene su origen en un aumento del gasto público sino en condiciones cíclicas (la pandemia).

Algunos economistas consideran que un creciente déficit durante una recesión expulsará la inversión (el llamado Efecto Expulsión), y recomiendan medidas para reducirlo, pero es porque olvidan que en el caso actual el déficit es el resultado de una economía debilitada por pandemia, y que cuando ésta se recupere, el déficit cíclico desaparecerá, y por tanto, no habrá ningún efecto expulsión o crowding out. Además, las actuales autoridades monetarias saben muy bien, porque ya lo han hecho antes, como impedir, si fuere necesario, un posible efecto expulsión a través del Crédito Neto del Banreservas.

No es eficiencia en el manejo de las finanzas públicas de un país anunciar cada mes por diferentes medios de comunicación, la disminución del gasto público, en medio de una pandemia que ha generado una profunda depresión económica que ha hecho colapsar a la economía mundial. Por el contrario, deberíamos estar muy preocupados por el desempleo, la miseria y el hambre que nos podría generar esa inoportuna política fiscal.


 


1 comentarios:

A las 28 de marzo de 2021, 15:20 , Blogger miguelpujols ha dicho...

Excelente. Mantengo esa postura. Si se quiere tener el nivel de empleo igual o mayor a 2019, los esfuerzos del gobierno deben estar concentrados en reactivar el consumo dirigiendo el gasto público a la inversión en infraestructura.

 

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