sábado, 26 de diciembre de 2020

REFORMA FISCAL EN MEDIO DE DEPRESION ECONOMICA Y PANDEMIA

 REFORMA FISCAL EN MEDIO DE DEPRESIÓN ECONÓMICA Y PANDEMIA




POR MARCELINO LARA LUCAS
CONSULTOR ECONÓMICO Y FINANCIERO


Nunca en la historia económica dominicana ha sido realizada una reforma fiscal para recaudar menos impuestos, siempre se hace para recaudar más. Y esa realidad se hace extensiva a todas las economías del mundo, porque cada vez que se habla de Reforma Fiscal, el objetivo del Estado es recaudar más impuestos, aunque con frecuencia se diga todo lo contrario.

En la actualidad, estamos escuchando voces que plantean una nueva Reforma Fiscal para inicio del 2021, y todavía no hemos podido entender muy claramente, a quién se le ocurre hablar de este tema en medio de una pandemia que ha profundizado la depresión en toda la economía mundial?

No es prudente hablar de Reforma Fiscal en los actuales momentos, a menos que no se quiera empeorar la ya deteriorada situación económica actual, que ya de por sí es muy grave. Antes de hablar de aplicar más impuestos a los consumidores en medio de esta pandemia, deberíamos estar hablando de eliminar las subvenciones, exoneraciones y subsidios a las grandes corporaciones empresariales que superan los 300 Mil millones de pesos anualmente, según estudios realizados en la economía dominicana por técnicos del Banco Mundial.

El mismo estudio habla de que la  Autoridad Tributaria a penas cobra el 40% del ITBIS. De cómo resolver esa situación es que deberíamos estar hablando en los actuales momentos, porque queda muy claro que para mejorar la presión tributaria no hace falta crear nuevos impuestos, mucho menos en medio de la profunda depresión económica y el desempleo por el que estamos atravesando. Solo deberíamos ocuparnos de cobrar de forma eficiente y eficaz los impuestos existentes.

Para mejorar la cobranza de los actuales impuestos, la Administración Tributaria dominicana solo necesita hacer uso de la tecnología de la Cuarta Revolución Industrial que permite cobrar los impuestos On Line y eliminar así la obsoleta intermediación en el cobro de impuestos que se realiza a través de los llamados Agentes de Retensión. Con el actual desarrollo de la tecnología esta intermediación se hace innecesaria. No tiene sentido que mientras el consumidor paga el ITBIS en los supermercados, ferreterías, o cualquier tipo de negocios, el Estado dominicano debe esperar un espacio de tiempo, hasta que el propietario de dicho negocio liquide el impuesto en la Administración Tributaria en la fecha correspondiente. Si es que lo llega a liquidar.

Es tiempo de que el Estado dominicano cobre sus impuestos en línea y de que haga uso generalizado de la famosa factura electrónica, de manera que cuando el consumidor pague su factura en cualquier negocio, el Estado reciba de forma inmediata el impuesto pagado por dicho consumidor. La tecnología disponible lo permite en tiempo real. Por qué no se hace? Porque hace falta voluntad política. 

Para hacer uso de la tecnología de la Cuarta Revolución Industrial que permite el cobro de impuestos On Line  no hace falta una Reforma Fiscal ní tampoco haría falta para eliminar los subsidios, las subvenciones, transferencias y exoneraciones a las grandes corporaciones empresariales. Eso se puede resolver por decisón administrativa o con enmiendas a las leyes de incentivos correspondientes, tomando en consideración la emergencia sanitaria por la que estamos atravesando.

En una economía con demanda insuficiente, donde el gasto de los consumidores actuales está altamente concentrado en salud y alimentación por motivo de la pandemia, a cuáles actividades económicas tú le va aplicar impuestos?

Señores autoridades: No es tiempo de aplicar más impuestos a la población, sobre todo a la clase media, que siempre es la que más paga tributos. Es tiempo de llevar dinero a los bolsillos de la gente, no de sacar dinero de los bolsillos de la gente a través del pago de más impuestos. Es tiempo de crear empleo, es tiempo de aumentar el gasto de capital en el presupuesto, es tiempo de aplicar estímulos para hacer crecer la economía. Los impuestos tienen efectos recesivos, más aún cuando ya estamos en medio de una profunda recesión económica y de una pandemia sanitaria que ha obligado al confinamiento global.

Sabemos que la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo contempla un Pacto Fiscal al igual que un Pacto Eléctrico y el Pacto por la Educación, actualmente en ejecución, pero nadie calculó que en el camino nos ibamos a encontrar con una pandemia que cambiaría todas las reglas del juego. No es prudente hablar de reforma fiscal en las actuales condiciones económicas porque la medicina sería mucho peor que la enfermedad.

En los Estados Unidos de América, el modelo de economía capitalista mundial, el Congreso aprobó la semana pasada un paquete de estímulos a la economía ascendente a 892 Mil millones de dólares para tratar de reavivar la demanda de los consumidores. Y hasta el Fondo Monetario Internacional está recomendando paquete de estímulos para combatir la depresión económica, y aún así, las autoridades dominicanas continúan empecinadas en hablar de Reforma Fiscal en esta coyuntura.

Se hace muy notorio, en la actual coyuntura económica que vive nuestro país, que los profetas del Apocalipsis Fiscal, siguen estando muy concentrados en el déficit fiscal, en lugar del empleo, que debería ser en este momento crucial, el principal objetivo de la política económica.

Si aplicamos más impuestos a una economía en depresión, seguirá cayendo el nivel de empleo, y por tanto, la demanda agregada también caerá. De esa forma, seguirán bajando los tipos de interés y podríamos quedar encerrado en una Trampa de Liquidez, tal como como hemos explicado en artículos anteriores.

Reducir el gasto público, tampoco es aconsejable en esta coyuntura porque afectaría directamente al PIB haciéndolo bajar aún más. De manera que todo lo que favorezca la depresión económica terminará agravando aún más los problemas ya existentes, y reduciendo las perspectivas de crecimiento económico, tanto a corto como a largo plazo.

Lo aconsejable en medio de una depresión económica, es aplicar un paquete de estímulos fiscales que actúen directamente sobre la demanda agregada, dinamizándola. No necesitamos un paquete de impuestos que disminuiría aún más, la demanda agregada.

En conclusión, el intento de mejorar la perspectiva fiscal aplicando nuevos impuestos y recortando gastos a una economía en depresión puede terminar siendo contraproducente en el más estricto sentido fiscal. Y esto no es ninguna posibilidad descabellada, según estudios realizados por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

De manera que, en medio de una depresión económica y una mortal pandemia, que ha obligado al confinamiento global, lo menos oportuno es hablar de aplicar nuevos impuestos a través de una impertinente y odiosa Reforma Fiscal.




1 comentarios:

A las 26 de diciembre de 2020, 15:32 , Blogger miguelpujols ha dicho...

Estoy totalmente de acuerdo con esos planteamientos. No es prudente embarcarse en una reforma fiscal, tal como se dice similar a la de los años noventa. Una economía deprimida no puede ser afectada con aumento de la presión fiscal. Debe ser tratada tal cual bien lo plantea. Con estímulos fiscales para reactivar y calentar de nuevo la actividad económica. El gobierno lo que tiene que hacer es agilizar el gasto de inversión y mejorar el gasto corriente. Solo así mejorarán las perspectivas de recuperar los índices de crecimiento que tuvimos antes de la pandemia.
Mis felicitaciones por este artículo.

 

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