SIETE HABITOS DE LOS GOBIERNOS ALTAMENTE EFICACES
SIETE HABITOS DE LOS GOBIERNOS ALTAMENTE EFICACES
Por Marcelino Lara Lucas
Consultor Económico y Financiero
El mundialmente famoso escritor norteamericano, Stephen R. Covey, llamado por algunos, el Sócrates americano, escribió un best seller titulado Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva.
Otro escritor norteamericano, también famoso, el economista Jeffrey Sachs, escribió un libro llamado El Precio de la Civilización, y en uno de sus capítulos, quizás parodiando a Covey, nos regala Los Siete Hábitos de un Gobierno Altamente Eficaz, escrito tomando como parámetro a la economía de Estados Unidos de Norteamérica, pero que muy bien sus planteamientos pueden ser aplicados a cualquier país de América Latina y del Caribe.
Por considerarlo de importancia para el público en general, hemos querido compartir con ustedes las recomendaciones de Sachs para lograr mayor eficacia en un gobierno cualquiera.
Acontinuación los Siete Hábitos de un Gobierno Altamente Eficaz, según Jeffrey Sachs.
1) Marcar Objetivos Puntos de Referencia Claros
Los políticos necesitan ser buenos expositores para comunicar sus ideas lo más claro posible. A John F. Kennedy se le tiene como paradigma de líder político que fue un buen comunicador.
Los grandes líderes se trazan grandes objetivos y metas que les permitan organizar y medir sus energías y capacidades superiores.
Hay que definir grandes objetivos y metas para ser alcanzados a largo plazo, y elaborar planes operativos anuales que permitan caminar hacia la consecución de dichos objetivos y metas.
En una sociedad consciente, dice Sachs, todos debemos conocer esas metas, y su consecución debe ser revisada cada año en el Discurso del Estado de la Unión (Informe de la Memoria Anual ante el Congreso Nacional).
2) Movilizar a los Expertos
En la actualidad los problemas a enfrentar son muy complejos. Algunos de ellos tienen un alcance global, como el Cambio Climático; y agrego yo, la pandemia Covi, y otros más que inciden en casi todos los sectores de las economías de las naciones. Por tanto, el poder político necesita auxiliarse de expertos que puedan aportar sus conocimientos en la búsqueda de solución a esos problemas.
Lo más aconsejable es crear oficinas especializadas que aglutinen a esos expertos para que puedan elaborar programas y proyectos de investigación para manejar temas como el cambio climático, la innovación y transformación digital, el comercio internacional, la agricultura y el turismo sostenible, la biotecnología, el comercio electrónico, la producción de energía limpia, el transporte , etc.
3) Hacer Planes a Varios Años Vista
Eliminar la mentalidad de corto plazo y empezar a planificar a largo plazo.
Las naciones se desarrollan definiendo una Visión a muy largo plazo asumida y aceptada por todo el liderazgo político, empresarial, religioso, sindical, estudiantil, entre otros. Son las élites de la sociedad las que tienen la responsabilidad de definir el tipo de nación que quieren a largo plazo y al tipo de ciudadano que se necesita para alcanzar esa meta en el futuro.
Por ejemplo, para alcanzar los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos por la ONU) se necesita además de compromiso y voluntad política, un equipo de especialistas que identifiquen y elaboren los programas y proyectos que serán puesto en ejecución para lograr dichos objetivos.
Para enfrentar los grandes retos que nos depara el futuro necesitamos elaborar planes. Y no hablamos de planificación central con fijación de precios y de metas de producción, dice Sachs, pero no es posible dirigir los complejos retos de ciencia y tecnología, en educación superior, en modernización de infraestructuras, en mitigación del cambio climático, y en restaurar el equilibrio presupuestario, sin un riguroso proceso de planificación por parte del gobierno, y a varios años vista.
4) Ser Conscientes del Futuro Lejano
Las élites que dirigen una nación deben de pensar con un horizonte temporal de por lo menos dos generaciones.
Y refiriéndose a su país, Estados Unidos, dice que: En cada debate del Estado de la Unión, el presidente debería dedicar parte de su discurso a describir las consecuencias de nuestras acciones actuales -en cuanto a ciencia y tecnología, amenazas medioambientales, demografía y envejecimiento, ahorro e inversión- para un estadounidense medio del año 2050...No es que tengamos que moldear el futuro lejano; solo necesitamos respetar las posibilidades de los que nacen hoy día, concluye magistralmente Sachs.
5) Acabar con la Corporatocracia
Es necesario poner freno al papel de las corporaciones empresariales en la política buscando rebajas de impuestos, exoneraciones, subsidios, contratos, desregulaciones, asignaciones de fondos y otras prebendas que otorga el poder. Oponiéndose directamente a tales abusos del presupuesto federal, las empresas tendrán menos razones para intentar comprar a los políticos financiando sus capañas. Un planteamiento contundente de Jeffrey Sachs.
Y pensar que el destacado economista se está refiriendo a lo que acontece en su propio país (los Estados Unidos), pero que aplica a cualquier país de América Latina y del mundo.
6) Reformar la Administración Pública
La administración pública necesita ser reformada constantemente para ser adaptada a los avances tecnológicos, en lugar de ser entregada a las voraces corporaciones privadas, dice Sachs.
Es necesario contratar profesionales de alta calificación para ocupar los puestos claves de la Administración Pública y pagarle salarios adecuados.
7) Descentralizar
Hay que empoderar a los estados (municipios) para que tracen su propia Estrategia de Desarrollo Estatal (Municipal) pero esta debe estar alineada a la Estrategia Nacional de Desarrollo, para evitar contradicciones que impidan alcanzar las metas nacionales ya trazadas.
La más poderosa herramienta para acabar con la pobreza extrema es una estrategia integral de desarrollo basada en la comunidad que combine la formación profesional y la búsqueda del empleo, el desarrollo en la primera infancia, la mejora educativa, y la infraestructura local, concluye Jeffrey Sachs en su libro El Precio de la Civilización.
Cualquier parecido con nuestros países es pura coincidencia!
Para más información o consulta escribir a Marcelino.lucas172001@gmail.com
Los conceptos emitidos son reponsabilidad del autor
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