domingo, 12 de julio de 2020

LA NUEVA FISCALIDAD EN LA ECONOMIA DIGITAL

LA NUEVA FISCALIDAD EN LA ECONOMÍA  DIGITAL

Por Marcelino Lara Lucas

Durante cientos de años una de las funciones principales del Estado en una economía ha sido la de recaudar impuestos que les son aplicados a los ciudadanos y tambien a las empresas. Ha sido un monopolio muy especial del Estado, y que aún conserva junto a la emisión de moneda y la seguridad nacional.

Tradicionalmente, la política fiscal del Estado ha sido orientada a la búsqueda del equilibrio presupuestario, endeudamiento sostenible y a garantizar la estabilidad macroeconómica. La nueva fiscalidad en la Economía Digital será muy diferente a la aplicada en la vieja economía. Esta nueva fiscalidad deberá estar asociada al nuevo Contrato Social (llamado empleo en la vieja economía). Y en principio, si la idea es crear empleos habrá que otorgar facilidades fiscales tanto a las empresas como a las personas físicas para garantizar así la producción pero también el consumo de la sociedad, y hacer todo el esfuerzo posible para disminuir al mínimo la brecha digital, permitiendo a la población en general, el acceso al computador y al Internet de alta velocidad.

El acceso a la tecnología de la Cuarta Revolución Industrial va a permitir al individuo estudiar y trabajar desde su casa. Por esa razón el Estado deberá incentivar la creación de empresas Start Ups y la innovación tecnológica y la transformación digital de las viejas empresas para que puedan competir en el nuevo mercado dominado por la Economía Digital.

En el nuevo ecosistema creado por la tecnología de la Cuarta Revolución Industrial, las empresas sólo deberían pagar impuestos sobre los beneficios, y cada vez menos impuestos indirectos. En cambio, las personas fisicas deberían pagar cada vez menos impuestos directos sobre sus sueldos y salarios (conocido como impuesto sobre la renta), y una mayor cantidad de impuestos indirectos, pero según su capacidad de consumo.

La covidianidad fiscal dentro de la Economía Digital recomienda la reducción o eliminación de impuestos directos sobre sueldos y salarios como forma de no afectar negativamente el consumo de las personas físicas en medio de pandemia Covi, y por otro lado, la aplicación de un impuesto directo único sobre los beneficios de las empresas tecnológicas (Start Ups), que en todo caso no supere el 10%, y eliminar o reducir el pago de impuestos indirectos en la compra de bienes intermedios, como insumos o materias primas, mobiliarios, maquinarias y equipos.

Esta es la nueva fiscalidad que debe ser aplicada a las empresas tecnológicas (Start Ups), y a todas aquellas empresas de la vieja economía que opten por la innovación tecnológica y por la transformación digital, usando tecnología de la Cuarta Revolución Industrial para ser adaptada al nuevo modelo de producción de la nueva Economía Digital. Solo asi se podría caminar con éxito en medio de pandemia Covi, hacia el nuevo sistema de producción basado en uso intensivo de la tecnología, y del Capital Humano con Conocimiento Creativo

El aumento de la presión tribuaria en medio de pandemia Covi tampoco es solución en la nueva fiscalidad que genera la nueva Economía Digital. En medio de actual pandemia no se debería pensar en aumentar la presión fiscal ni sobre las empresas ni sobre las personas físicas, sería un atentado contra la producción y contra el consumo. Pero tampoco el aumento de la presión fiscal se corresponde con la conectividad del mundo actual que va cada dia en aumento, esperándose que en proximos 5 años hayan más de 5 Mil Millones de seres humanos conectados en todo el mundo. Vamos hacia la eliminación de todo tipo de intermediación, incluyendo la intermediación financiera y la intermediación monetaria con el uso de nuevas monedas virtuales y un nuevo tipo de empleo. El uso intensivo de la tecnología y del Capital Humano con Conocimiento Creativo también limitará la intermediación del Estado en la sociedad digital. Y en ese nuevo ambiente los impuestos serán casi inexistentes y posiblemente tendrán otro nombre más adecuado a la nueva sociedad digital conectada.

El uso de la tecnología de la Cuarta Revolución Industrial permitirá eficientizar cada día más la administración tributaria, sin necesidad de aumentar impuestos, y más bien deberíamos empezar a reducirlos hasta eliminarlos. Solo se pagarían impuestos sobre los beneficios empresariales, y no más del 10% para las empresas tecnológicas (Start Ups), o para aquellas que estén en proceso de innovación tecnológica o de transformación digital. Después de pandemia de Covi que se estima contraerá el PIB mundial en 6.5%, según el Banco Mundial, lo más lógico sería pensar en eliminar o reducir al mínimo los Impuestos directos sobre Sueldos y Salarios, y así empezar un proceso que luce ser irreversible.

En la nueva Economía Digital, la mejor forma de promover el empleo es facilitar el acceso de la población a la tecnología disponible de la Cuarta Revolución Industrial, y así disminuir al mínimo la brecha digital; la presión tributaria empresarial y la presión tributaria de las personas físicas deberá tender a la baja, y los individuos no deberían pagar impuestos directos; y las empresas no deberían pagar impuestos indirectos. Y todos los impuestos deberán ser pagados de forma digital con facilidad para emitir un recibo electrónico. Así será que van a funcionar las cosas en la nueva Economía Digital.

La nueva fiscalidad en la Economía Digital tendrá una orientación y una aplicación muy diferente a la política fiscal tradicionalmente aplicada en la vieja economía porque también habrá cambiado radicalmente la función del Estado en la economía, producto de la fuerte disrupción politica y económica que producirá el uso de la tecnología de la Cuarta Revolución Industrial. Ya no podrán ser aplicados los remedios viejos para atender los males de la Nueva Economía.

Cuando la Economía Digital asuma el dominio a nivel mundial ya no tendrá sentido aplicar impuestos directos a las personas físicas, tal como lo conocemos hoy dia. Los impuestos tendrán que ser aplicados a la capacidad de consumo de la gente y no a sus ingresos. No es lo mismo comprar un vehículo de US$10 Mil Dólares que otro de US$200 Mil Dólares. Para discriminar ese consumo en términos fiscales, el Estado tendrá que crear una escala impositiva ascendente para ser aplicada automáticamente en los establecimientos comerciales o en las plataformas de comercio online, haciendo uso de la tecnología disponible de la Cuarta Revolución Industrial. Todos los consumidores no tienen la misma capacidad de consumo, y hoy dia la tecnología permite discriminarlo con asombrosa facilidad. A mayor capacidad de consumo mayor pago de impuestos eso será lo más justo en la sociedad digital.

Todos los impuestos indirectos que sigan vigentes todavía en la Economía Digital deberán ser pagados online en tiempo real inmediatamente sea realizado el consumo en el establecimiento comercial o de forma virtual. Los impuestos directos sobre los beneficios empresariales también podrán ser pagados online inmediatamente después del cierre del año fiscal. La relación entre contribuyentes y administración tributaria deberá ser completamente virtual y transparente en la sociedad digital, y sin ningún tipo de discrecionalidad de la administración al momento de aplicar las leyes y normas impositivas. Ya Nada Será Igual.




1 comentarios:

A las 13 de julio de 2020, 9:23 , Blogger Alpha Economía ha dicho...

Interesante el planteamiento de Marcelino aunque requiere discusión

 

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