BREVE HISTORIA DEL BANCO DE PAGOS INTERNACIONALES
BREVE HISTORIA DEL BANCO DE PAGOS INTERNACIONALES
Por Marcelino Lara Lucas
Consultor Económico y Financiero
Desde el año 1925 siempre fue una aspiración de los gobernadores de los bancos centrales de las economías más poderosa del mundo (Inglaterra, Estados Unidos, Alemania), principalmente, el crear un Club de Bancos Centrales donde pudieran reunirse en secreto para conversar libremente de los asuntos financieros internacionales en un ambiente de camaradería entre ellos, sin ningun otro tipo de intervención.
Ese objetivo fue alcanzado en 1930 con la fundación del Banco de Pagos Intenacionales (BPI). El cual fue creado el 20 de enero de ese año fuera del alcance de las leyes nacionales e internacionales e independiente de los poderes políticos.
En dicha fecha los gobiernos de Bélgica, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Italia, Japón y Suiza firmaron un primer documento extraordinario que dejaba establecida la intención de esos países de crear el BPI. La Convención de La Haya garantizaba que el BPI sería el banco más privilegiado y protegido del mundo. Sus estatutos, vigentes todavía hoy, lo convirtieron en un banco intocable.
El artículo 10 de la Carta Constituyente del BPI decía que: El banco, sus propiedades y bienes y todos los depósitos y otros fondos confiados al mismo serán inmunes en tiempo de paz y en tiempos de guerra a cualquier medida como la expropiación, requisición, incautación, confiscación, prohibición o restricción de la exportación o importación de oro o moneda, y a cualesquiera otras medidas similares.
Fue creado después de la Primera Guerra Mundial por la necesidad que existía de tener una institución financiera imparcial que se encargara de administrar los pagos de la reparación alemana a los países afectados por dicha guerra. Su primer Presidente fue el banquero estadounidense Gates McGarrah pero los principales ideólogos para la creación del Banco fueron el Gobernador del Banco Central de Inglaterra Montegu Norman y el Gobernador del Banco Central de Alemania, Hjalmar Schatcht.
Sin embargo, en los estatutos del BPI estaba claramente establecido cuáles serían sus verdaderos propósitos: Promover la cooperación de los bancos centrales y proporcionar mecanismos adicionales para las operaciones financieras internacionales. Era la culminación del antiguo sueño de los banqueros centrales de tener su propio banco; poderoso, independiente y libre de la interferencia de los políticos y de la prensa. Lo mejor de todo era que el BPI se autofinanciaba y lo haría a perpetuidad. Sus clientes eran sus propios fundadores y accionistas. O sea los bancos centrales.
Los gobernadores de los bancos centrales fundadores eran miembros ex officio del Consejo de Administración y cada uno podía nombrar un segundo director de la misma nacionalidad.
Con relación a su fundación el historiador oficial del BPI, el señor Gianni Tobiolo dice lo siguiente:
El documento de fundación definitiva del BPI fue firmado el 27 de febrero de 1930 por los gobernadores de los bancos centrales de Inglaterra, Francia, Italia, Alemania, Bélgica, los representantes de Japón y tres bancos de los Estados Unidos (J. P. Morgan, First National Bank of New York y First National Bank of Chicago). Esto en virtud de que el Banco de la Reserva Federal no estaba autorizado a ser propietario de acciones de ninguna otra entidad internacional, por razones de seguridad nacional.
Su Consejo de Directores está compuesto por los bancos centrales fundadores. Nació con un capital de 500 millones de francos suizos, dividido en 200 mil acciones de 2500 francos oro cada una. El BPI es la cede de cuatro de los Comités Financieros Internacionales más influyentes que se ocupan de dar seguimiento a la banca global: El Comité de Basilea para la Supervisión Bancaria, el Comité para el Sistema Financiero Global, el Comité de Sistemas de Pago y Liquidación, y el Comité Irving Fisher que se ocupa de las estadísticas de los bancos centrales.
Actualmente, la misión principal del BPI es servir a los bancos centrales en su búsqueda de estabilidad monetaria y financiera, fomentar la cooperación internacional en estos campos y actuar como banco para los bancos centrales. Además, el BPI compra y vende oro y divisas para sus clientes. Proporciona gestión de activos y facilita créditos a corto plazo a los bancos centrales cuando lo necesitan. Es también depositario de la reserva de oro de los países miembros. Abre y administra cuentas de depósitos con bancos centrales. Actua como fiduciario o agente en materia de pagos internacionales. Acepta depósitos de los bancos centrales entre otras operaciones financieras.
Este megabanco funciona también como Cámara de Compesación Internacional de los bancos centrales y en cierta forma maneja a todo el sistema financiero mundial, ejerciendo funciones de supervisión indirecta del sistema internacional de los bancos comerciales, como veremos más adelante.
Las principales funciones de un Banco Central, según el BPI, son: Controlar el flujo de crédito y el volumen de moneda que hay en circulación, lo que garantiza la estabilidad del clima empresarial, y mantener los tipos de cambio dentro límites manejables para asegurar el valor de la moneda, y así facilitar el comercio internacional y los movimientos de capital.
También el BPI hace funciones indirectas de supervisión de los bancos comerciales a través del poderoso Comité de Basilea para la supervisión bancaria que regula las necesidades de liquidez y de capital de los bancos comerciales (Indice de Solvencia). Ayudó a crear el Instituto Monetario Europeo (IME) que fue el antecedente para crear el actual Banco Central Europeo (BCE).
Para ser una institución tan reservada y hermética el BPI ha demostrado tener una formidable capacidad de resiliencia, ya que sobrevivió a la Gran Depresión Económica, al final de los pagos por reparaciones de guerra y al patrón oro (dos de las principales razones de su fundación), al auge del nazismo, a la Segunda Guerra Mundial, al Acuerdo de Bretton Woods, a la Guerra Fría, al nacimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), pero también a las crisis financieras de los ochenta y noventa y al final del comunismo. También sobrevivió a la crisis financiera del 2008.
En la actualidad está sobreviviendo a la gran depresión económica mundial profundizada por pandemia covi, pero su gran reto será sobrevivir al uso de la tecnología de la Cuarta Revolución Industrial que ya está provocando grandes cambios en los sistemas de pagos internacionales, como pudimos explicar en el artículo titulado El Sistema Financiero en la Economía Digital. (Ver inversioneslucicar.blogspot.com)
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