domingo, 25 de octubre de 2020

EL MERCADO DE TRABAJO EN LA ECONOMÍA DIGITAL

EL MERCADO DE TRABAJO EN LA ECONOMIA DIGITAL




POR  MARCELINO LARA LUCAS
INVESTIGADOR DE ECONOMÍA DIGITAL


El empleo que prevalecerá en la Economía Digital estará sustentado en un nuevo Contrato Social que deberá incluir la realidad socioeconómica prevaleciente en la era digital que hace uso de la tecnología de la Cuarta Revolución Industrial.

Según el Foro Económico Mundial la demanda de nuevos empleos digitales podría llegar hasta los 150 millones en los próximos cinco años. Sin embargo estos nuevos empleos digitales van a requerir de un capital humano que reuna las siguientes habilidades:

-Innovación y Pensamiento Analítico
-Aprendizaje Activo y Estrategia
-Solución de problemas complejos
-Análisis y Pensamiento Crítico
-Iniciativa, Originalidad y Creatividad
-Liderazgo e Influencia Social
-Uso de Tecnología de Monitoreo y Control
-Tecnología de Diseño y Programación
-Resiliencia al Estrés y Flexibilidad
-Razonamiento y Solución de Problemas

Estas habilidades constituyen un enorme desafío para los individuos, los empleadores, y los gobiernos. Los tabajadores que han perdido sus empleos en medio de la crisis económica y la pandemia Covi deben adquirir nuevas aptitudes (principalmente digitales) para encontrar los nuevos empleos que van en aumento; los empleadores deben mejorar las aptitudes de los empleados actuales con conocimiento tecnológicos para navegar por el lugar de trabajo virtual; y los gobiernos tendrán que ofrecer programas de capacitación para asegurar que su fuerza de trabajo esté preparada para un futuro digital.

Como podemos observar ya no será tan necesario pasar cuatro o cinco años en una universidad para capacitarse y conseguir un trabajo. Estas nuevas habilidades preparan al individuo para insertarse en el mercado de trabajo de la Economía Digital y optar por un salario competitivo que le permita cubrir las necesidades familiares.

Muchos de los actuales trabajos tradicionales serán convertidos en trabajos tecnológicos que van a requerir que los empleados que los ocupen tengan algunas de esas habilidades digitales señaladas anteriormente. En ese sentido, es fundamental dirigir las inversiones a ayudar a los trabajadores a capacitarse en estas habilidades que demandará la nueva Economía Digital, y lo más importante, que nos aseguremos de no dejar atrás a los grupos menos favorecidos de la sociedad, aumentando así la brecha digital.

La pandemia Covi ha golpeado directamente el mercado laboral provocando un aumento del desempleo a nivel global, pero el impacto ha sido diferente en cada país, industria y población. Por esta razón, las políticas públicas actuales de cualquier país deben dar prioridad a la creación de nuevos empleos acorde con la nueva realidad tecnológica que impone la Cuarta Revolución Industrial.

Para poder lograr la inserción laboral en la nueva Economía Digital, el 50% de todos los empleados actuales necesitarían volver a formarse para el 2025, a medida que aumente la adopción de tecnología de la Cuarta Revolución Industrial, según el Informe sobre el Futuro de los Empleos del Foro Económico Mundial.

La habilidad más importante  que deberá tener el capital humano para optar por un empleo en la Economía Digital es la de tener Pensamiento Crítico y Capacidad de resolucion de problemas según la lista de habilidades que los empleadores creen que crecerán en los próximos cinco años.

Según el Foro Económico Mundial, se estima que para el 2025, hay 85 millones de puestos de trabajo que podrían ser desplazados por un cambio en la división del trabajo entre los humanos y las máquinas (robots), pero podrían surgir 97 millones de nuevos empleos que se adapten mejor a la nueva división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos.

Para capacitarse en las nuevas habilidades necesarias para trabajar en la Economía Digital se requiere de una inversión de tiempo. Según la Plataforma de Aprendizaje en Línea Coursera se podría tomar solo uno o dos meses el adquirir una de sus diez principales habilidades en las profesiones emergentes a través de la Gente y la Cultura, la escritura de contenidos, y las ventas y el marketing. Podría tomar de dos a tres meses para que los estudiantes amplíen sus habilidades en el desarrollo de productos, datos e inteligencia artificial. Mientras que un programa de aprendizaje de cuatro meses podría ayudar a las pesonas a pasar a desempeñar funciones en la nube y la ingeniería.

Tanto el sector público como el sector privado deberían empezar a invertir en capacitar a sus empleados en estas habilidades como forma de prepararlo para trabajar en la nueva Economía Digital porque ya Nada será igual.



domingo, 18 de octubre de 2020

LAS FINTECH EN AMERICA LATINA

 LAS FINTECH EN AMERICA LATINA




POR MARCELINO LARA LUCAS
INVESTIGADOR ECONOMIA DIGITAL


El uso de la tecnología de la Cuarta Revolución Industrial ha traído consigo cientos de miles de emprendimientos en todo el mundo. De manera muy especial quiero destacar un emprendimiento Latinoamericano que ha venido a revolucionar los servicios financieros de la región, creando una nueva oferta a los consumidores de estos servicios. Me refiero a las nuevas Start Ups llamadas Fintech, resultado de una alianza entre la tecnología y las finanzas.

En la actualidad, esos nuevos emprendimientos superan ya a las 1,100 empresas en toda Latinoamérica y el Caribe. Su crecimiento ha sido exponencial en los útimos tres años y su impacto ha sido tan relevante que ya han sido incluídas en la agenda de estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el que le ha dedicado dos informes (2017 y 2018) completos para estudiar y analizar a profundidad el nuevo ecosistema financiero Fintech.

El ecosistema Fintech ha sido tan dinámico que ya representa el 25% de las inversiones de capital de riesgo en tecnologías de la información en toda la región, según el Informe de Trend Watch de LAVCA en 2017.

Según un Informe realizado por el BID en 2018, los emprendimientos Fintech en América Latina ofrecen una diversidad de soluciones a través de once segmentos de negocios. Entre estos segmentos se destacan Pagos y Remesas con 285 emprendimientos Fintech, lo que significa un 24% del total. Los Préstamos, con 208 emprendimientos para un 18% y el segmento Gestión de Finanzas Empresariales con 181 emprendimientos para una participación del 15%.

Los demás segmentos de negocios a los que se dedican estas Start Ups son: Gestión de Finanzas Personales, Financiamiento Colectivo (Crowdfunding), Tecnologías Empresariales para Instituciones Financieras, Seguros, Puntaje Crediticio, Identidad y Fraude; Banca Digital, Gestión Patrimonial, Negociación de Activos Financieros y Mercados.

La orientación prioritaria hacia estos segmentos de negocio se explica en gran medida por la masificación en el uso de dispositivos móviles en toda la región, pero también por las altas tasas de población subatendidas y/o excluídas del sistema financiero formal, así como por las limitaciones o ineficiencias en la oferta por parte de los actores financieros tradicionales.

Según el estudio realizado por el BID en 2018 los segmentos de negocios que más se destacan por su crecimiento en comparación con el 2017 son: Puntaje Crediticio (571%), Banca Digital (160%) y Gestión de Finanzas Empresariales (94.6%).

Ese elevado crecimiento experimentado por el segmento Puntaje Crediticio, Identidad y Fraude, refleja la importancia que están adquiriendo aspectos como la ciberseguridad en la transformación digital, pues una mayor presencia de dispositivos conectados a la red y una mayor cantidad de transacciones realizadas por estos medios electrónicos supone también un mayor riesgo de ataques por parte de ciberdelincuentes. Según el Informe Anual de Ciberseguridad de Cisco 2018, cada día se registran cerca de 20,000 millones de ataques a escala mundial, lo que pone de manifiesto la necesidad de contar con soluciones de este tipo para hacerles frente a esta realidad.

Por otro lado, el aumento observado en el segmento Banca Digital refleja en parte la necesidad de ofrecer productos y servicios que sepan atraer y abordar adecuadamente a las nuevas generaciones, así como la importancia que están cobrando los dispositivos móviles al momento de realizar transacciones bancarias por parte de la población.

Ninguno de los once segmentos de negocio Fintech experimentó contracción en 2018 en comparación con 2017, lo que demuestra el dinamismo que tienen actualmente los negocios relacionados a la tecnología de la Cuarta Revolución Industrial.

Hacia el futuro, se proyecta que el segmento de negocio Fintech más dinámico lo será el de Gestión de Finanzas Personales, aunque ahora es el de menor crecimiento. No obstante, aparece siempre en los primeros cinco lugares en Brasil, Colombia, México y Chile, en cuanto a crecimiento se refiere.

De los 1166 emprendimientos Fintech identificados en 18 países de la región en el año 2018, sólo 5 países concentran el 86% del total de la actividad Fintech: Brasil tiene 380 emprendimientos (33% del total), México tiene 273 emprendimientos (un 23%), Colombia tiene 148 para 13%, Argentina 116 (un 10%) y Chile tiene 84 (7%).

Entre los países que presentaron una mayor tasa de crecimiento de su ecosistema Fintech tenemos a Panamá que pasó de 1 a 6 (un 500%) emprendimientos del 2017 al 2018. Luego le sigue Perú que pasó de 16 a 57 (256%) emprendimientos, sigue República Dominicana que pasó de 2 a 6 emprendimientos (un 200%), pero según cifras de ADOFINTECH ya tenemos más de 30 Fintech operando en la actualidad; Venezuela de 4 a 11 (175%); Ecuador de 13 a 34 (162%) y Uruguay de 12 a 28 emprendimientos Fintech para 133%.

Actualmente, los principales retos que enfrenta el ecosistema Fintech son: Falta de claridad regulatoria, Falta de acceso a mercados de capitales, muchos Trámites y requisitos, Talento local insuficiente. En ese sentido, necesita de un fuerte respaldo del ámbito gubernamental y de su esfuerzo por impulsar una agenda digital que desarrolle la estructura necesaria para favorecer el desarrollo del tejido empresarial y mejores servicios financieros para sus ciudadanos.

En cuanto a la capacidad de sobrevivencia de estos emprendimientos el estudio del BID señala que tienen una elevada tasa de mortalidad ya que 9 de cada 10 no superan los tres años de vida por factores tales como la falta de financiamiento, una alta competencia o por la incapacidad de adaptar modelos de éxitos ya probados, a un público diferente. En el 2018 la tasa de mortalidad fue del 12% en comparación con 2017.

Los segmentos de negocios Fintech que presentan una mayor tasa de mortalidad al 2018 son: Gestión de Finanzas Personales y Crowdfunding, ambos con una tasa del 17%; Getión Patrimonial con 15%; y Puntaje, Identidad y Fraude y el de Seguros ambos con 14%.

Por su parte, los segmentos de negocio que presentan una tasa de mortalidad por debajo del 10% son: Gestión de Finanzas Empresariales, lo que refleja la fuerza del sector Pyme y la necesidad del mercado de tener acceso a soluciones que favorezcan una gestión más eficiente a este tipo de empresas; y el segmento de Negociación de activos financieros y Mercados de capitales, muestra de la sofisticación y madurez que está adquiriendo el mercado de intercambio de valores en América Latina.

Se destaca el uso de tres tecnologías sobre las que se basan los productos y servicios Fintech: móviles y aplicaciones (21%), Big Data y Analítica (19%), interfaces de programación de aplicaciones y plataformas abiertas (17%).

El emprendimiento Fintech ha sido tan dinámico en toda la región y sus diferentes segmentos de negocios han tenido tanto crecimiento que han hecho necesario pensar en su regulación a través de la aprobación de normas legales que regulen su funcionamiento. Previamente han sido constituidas asociaciones de empresas Fintech en cada país de la región  y por grupo de países como es la Asociación de Fintech Centroamérica y República Dominicana, y la Federación IberoAmericana Fintech que incluye a España.

El BID está ayudando a varios países de América Latina (Colombia, México y Brasil) en la definición de una base legal regulatoria del sector que incluye resoluciones y decretos, como forma de ir avanzando en la construcción de un Proyecto de Ley Fintech que pueda abarcar todas las actividades de la industria. Sólo México dispone ya de una Ley que han empezado a implementar enfrentando muchos obstáculos.

Un marco regulador de las Fintech debe cumplir con los objetivos esenciales de proteger a los consumidores financieros; garantizar la eficiencia y la transparencia de la competencia, y mitigar los riesgos sistémicos, pero para que las normas de regulación sean exitosas, el diálogo entre la plataforma Fintech y las autoridades financieras ha sido un componente crucial. Comprender y escuchar en ambos lados de la ecuación es necesario para tomar las decisiones correctas dice el Informe 2018 del BID sobre el compartamiento de las Fintech en la región.



domingo, 11 de octubre de 2020

LA OBSESION EN CONTRA DE LOS DEFICITS PRESUPUESTARIOS

 LA OBSESION EN CONTRA DE LOS DEFICITS PRESUPUESTARIOS



Por Marcelino Lara Lucas

Consultor Económico y Financiero


Cuando una economía está sufriendo de déficits presupuestarios lo más lógico sería investigar primero a profundidad las razones que podrían estar originándolos y la coyuntura o contexto económico en que éstos se produjeron o se están produciendo. No es lo mismo un déficit en una economía en pleno empleo o cerca del mismo, que una economía inmersa en una depresión, sufriendo además los embates de una pandemia, como está pasando en la actualidad.

El problema actual es de insuficiencia de demanda, y no de exceso de oferta. El confinamiento global ha reducido la demanda general, y la gente ha concentrado su consumo en el gasto de salud y de alimentación.

Son muchas las razones que pueden causar los déficits presupuestarios en una economía cualquiera. Vamos a mencionar aquí tan solo algunas de ellas:

-Una Administración Tributaria deficiente
-Elevada evasión fiscal
-Exceso de subsidios, subvenciones y exoneraciones
-Bajas tasas impositivas a los más ricos
-Vacíos legales en Código Tributario
-Bajos impuestos a ganancias del sector financiero
-No cobro de impuestos a actividades económicas que contaminan el medioambiente (minería, turismo, construcción, etc.)
-No uso de tecnología de la Cuarta Revolucion Industrial para mejorar recaudaciones en línea y en tiempo real
-Recesión económica
-Combinación de todas las anteriores

Pueden haber muchísimas más, incluyendo un excesivo Gasto Público, que solo considero perjudicial si genera un crowding out, lo cual no es posible en medio de una recesión económica como la actual, con tasas de interés muy bajas y una caída de la demanda general.

A continuación vamos a analizar lo que piensa sobre el déficit presupuestario el Premio Nóbel de Economía 2001, y pasado Vicepresidente Senior del Banco Mundial, el prestigioso economista Joseph E. Stiglitz.

Si la economía estuviera en el pleno empleo, nos dice, podríamos centrarnos en los efectos sobre el "lado de la oferta" de las reformas del Código Tributario y de los programas de gastos: reformas como la eliminación de la asistencia pública a las grandes empresas reducen las distorciones, con lo que aumenta la productividad y el PIB, y al mismo tiempo se recaudan más impuestos.

No obstante, hoy en día, la derecha propugna una curiosa combinación de medidas por el lado de la oferta y por el lado de la demanda: la reducción del déficit, vienen a argumentar de alguna forma, restablecerá la confianza en el país y en su economía, y por consiguiente será algo positivo; y las bajadas de impuestos mejorarán la eficiencia de la economía y pondrán dinero en manos de quienes son capaces de gastarlo adecuadamente. Por supuesto, si hay que reducir los déficits al mismo tiempo que se bajan los impuestos, significa que hay que reducir muchísimo los gastos. Y esa es la verdadera intención: reducir el tamaño del gobierno.

Con este contundente planteamiento Stiglitz destruye los argumentos de los partidarios del llamado fetichismo del déficit, al tiempo que desmonta la Teoría del Multiplicador del Presupuesto Equilibrado, ambas argumentaciones promovidas por políticos y economistas de derecha y algunos del centro.

Deja así muy bien establecido que el problema actual de la economía no se resuelve por el lado de la oferta, porque en realidad estamos pasando por una profunda insuficiencia de demanda. En una economía deprimida la aplicación de nuevos impuestos resulta contraproducente porque va a generar más desempleo, y por tanto, más depresión económica.

Para superar la insuficiencia de demanda que genera la depresión económica Stiglitz nos dice que: El gobierno podría pedir dinero prestado para invertir en su futuro, por ejemplo garantizando una educación y salud de calidad para los pobres y la clase media, y desarrollando unas tecnologías que incrementen la demanda de mano de obra calificada, al mismo tiempo que se protege el medio ambiente.

Todos esos planteamientos realizados anteriormente también son compartidos por otro Premio Nóbel de Economía 2008, el mundialmente famoso economista Paul Krugman quien nos dice que: El miedo a los déficits presupuestarios obedece sobre todo al temor de un ataque de los "vigilantes" del mercado de bonos. Y los defensores de la austeridad fiscal o de fuertes recortes en el gasto gubernamental (incluso en contextos de desempleo muy elevado), aducen a menudo que tenemos que cumplir con sus exigencias y satisfacer el mercado de los bonos.

Krugman usa el término de "vigilantes de bonos" para referirse a los inversores que, cuando pierden la confianza en las políticas fiscales o monetarias de un país, se deshacen a toda prisa de sus bonos, esto eleva mucho el coste de los nuevos préstamos suscritos en adelante por ese país. No es el caso actual de la economía dominicana, todo lo contrario. Y por esa razón, no debiéramos estar tan preocupados por el déficit presupuestario, como si debiéramos estarlo por el empleo.

Los Profetas del Apocalipsis Fiscal, señala Krugman, siguen concentrados en el déficit fiscal en lugar del empleo.

En un contexto de depresión económica, con inflación reducida y tasas de interés bajas, y una demanda agregada insuficiente como pasa en la actualidad, lo más adecuado es aumentar el gasto del gobierno para evitar caer en una trampa de liquidez que profundizaría aún más la depresión económica.

Si le aplicamos más impuestos a una economía en depresión seguirá cayendo el nivel de empleo, y por tanto, la demanda agregada también caerá. De esa forma, seguirá bajando la tasa de interés y así quedamos atrapados de nuevo en la Trampa de la Liquidez de Krugman, tal como fue explicado en un artículo anterior. (Ver blog inversioneslucicar.blogspot.com)

Como bien lo explicamos en ese artículo: el gasto son los ingresos. Así que cuando reduce el nivel de gasto de la economía, está afectando directamente el PIB, y profundizando aún más la depresión económica, generando más desempleo. De esa forma, todo lo que favorezca la depresión económica terminará agravando más los problemas ya existentes y reduciendo las perspectivas de crecimiento económico tanto a corto como a largo plazo.

Los dos premios Nobel de Economía coinciden en que en un ambiente de depresión económica debemos aplicar un paquete de estímulos fiscales que actuen directamente sobre la demanda agregada, dinamizándola. Y si para eso es necesario el endeudamiento del gobierno, aún así habría que hacerlo para buscar salir de la depresión.

Las investigaciones realizadas por Stiglitz y Krugman han demostrado que alrededor de los déficits presupuestarios hay muchos mitos. Uno de esos mitos señala Stiglitz es: El mito del lado de la oferta que argumenta que gravar a los ricos reduce el trabajo y el ahorro, y que todo el mundo no solo los ricos, sale perdiendo. Todas las industrias tienen su propia versión de ese mito: reducir el gasto militar supone perder empleos. Recortar los beneficios fiscales a industria del carbón o del petróleo cuesta puestos de trabajo. Como vemos, las industrias que contribuyen a la contaminación del aire o del agua o que generan residuos tóxicos alegan que obligar a quienes contaminan a pagar por los costes que imponen a la sociedad cuesta puestos de trabajo.

Para Krugman, el temor al endeudamiento en las condiciones  actuales de depresión económica y muy bajas tasas de interés no deja de ser otro mito. Bajo este contexto económico no hay que temer al endeudamiento siempre y cuando éste crezca a una tasa inferior que el crecimiento del PIB. Y agrega que: Concentrarse en el déficit a corto plazo es una necedad. Cuando el discurso político pasó de preocuparse por el empleo a hacerlo por el déficit, esto se tradujo a dos movimientos: por un lado dejaron de presentarse nuevas propuestas de estímulos económicos; y por otro lado, se tomaron iniciativas de recortes de gastos.

El intento de mejorar la perspectiva fiscal por la vía de recortar los gastos de una economía deprimida puede terminar siendo contraproducente, incluso en el más estricto sentido fiscal. Y esto no es ninguna posibilidad descabellada; según estudios serios del Fondo Monetario Internacional (FMI) que han analizado los datos.

Desde el punto de vista de las decisiones políticas, realmente no importa si la austeridad en una economía deprimida, perjudica literalmente la posición fiscal de un país. Todo lo que necesitamos saber es que, en tiempos como los actuales, un recorte fiscal apenas compensa (si es que llega a compensar) y a cambio supone un gran coste. Desde luego, los presentes son malos tiempos para obsesionarse con los déficits presupuestarios, concluye Krugman.

Mas bien, pensamos nosotros, ahora es tiempo de llevar dinero a los bolsillos de la gente, no hacer lo contrario, en un momento en que estamos pasando por una profunda insuficiencia de la demanda agregada. Toda la política pública de este momento debería estar orientada a dinamizar el gasto del gobierno para activar la economía, crear empleo y volver a impulsar el crecimiento económico. Es nuestra humilde opinión después de haber estudiado y analizado las investigaciones realizadas al respecto por dos premios Nóbel de Economía: Stiglitz y Krugman.




Para más información dirigirse a Marcelino.lucas172001@gmail.com

Los conceptos emitidos son responsabilidad del autor, está prohibida la reproducción de este artículo sin previa autorización




domingo, 4 de octubre de 2020

BREVE HISTORIA DEL BANCO DE PAGOS INTERNACIONALES

BREVE HISTORIA DEL BANCO DE PAGOS INTERNACIONALES



Por Marcelino Lara Lucas
Consultor Económico y Financiero


Desde el año 1925 siempre fue una aspiración de los gobernadores de los bancos centrales de las economías más poderosa del mundo (Inglaterra, Estados Unidos, Alemania), principalmente, el crear un Club de Bancos Centrales donde pudieran reunirse en secreto para conversar libremente de los asuntos financieros internacionales en un ambiente de camaradería entre ellos, sin ningun otro tipo de intervención.

Ese objetivo fue alcanzado en 1930 con la fundación del Banco de Pagos Intenacionales (BPI). El cual fue creado el 20 de enero de ese año fuera del alcance de las leyes nacionales e internacionales e independiente de los poderes políticos.

En dicha fecha los gobiernos de Bélgica, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Italia, Japón y Suiza firmaron un primer documento extraordinario que dejaba establecida la intención de esos países de crear el BPI. La Convención de La Haya garantizaba que el BPI sería el banco más privilegiado y protegido del mundo. Sus estatutos, vigentes todavía hoy, lo convirtieron en un banco intocable.

El artículo 10 de la Carta Constituyente del BPI decía que: El banco, sus propiedades y bienes y todos los depósitos y otros fondos confiados al mismo serán inmunes en tiempo de paz y en tiempos de guerra a cualquier medida como la expropiación, requisición, incautación, confiscación, prohibición o restricción de la exportación o importación de oro o moneda, y a cualesquiera otras medidas similares.

Fue creado después de la Primera Guerra Mundial por la necesidad que existía de tener una institución financiera imparcial que se encargara de administrar los pagos de la reparación alemana a los países afectados por dicha guerra. Su primer Presidente fue el banquero estadounidense Gates McGarrah pero los principales ideólogos para la creación del Banco fueron el Gobernador del Banco Central de Inglaterra Montegu Norman y el Gobernador del Banco Central de Alemania, Hjalmar Schatcht.

Sin embargo, en los estatutos del BPI estaba claramente establecido cuáles serían sus verdaderos propósitos: Promover la cooperación de los bancos centrales y proporcionar mecanismos adicionales para las operaciones financieras internacionales. Era la culminación del antiguo sueño de los banqueros centrales de tener su propio banco; poderoso, independiente y libre de la interferencia de los políticos y de la prensa. Lo mejor de todo era que el BPI se autofinanciaba y lo haría a perpetuidad. Sus clientes eran sus propios fundadores y accionistas. O sea los bancos centrales.

Los gobernadores de los bancos centrales fundadores eran miembros ex officio del Consejo de Administración y cada uno podía nombrar un segundo director de la misma nacionalidad.

Con relación a su fundación el historiador oficial del BPI, el señor Gianni Tobiolo dice lo siguiente:

El documento de fundación definitiva del BPI fue firmado el 27 de febrero de 1930 por los gobernadores de los bancos centrales de Inglaterra, Francia, Italia, Alemania, Bélgica, los representantes de Japón y tres bancos de los Estados Unidos (J. P. Morgan, First National Bank of New York y First National Bank of Chicago). Esto en virtud de que el Banco de la Reserva Federal no estaba autorizado a ser propietario de acciones de ninguna otra entidad internacional, por razones de seguridad nacional.

Su Consejo de Directores está compuesto por los bancos centrales fundadores. Nació con un capital de 500 millones de francos suizos, dividido en 200 mil acciones de 2500 francos oro cada una. El BPI es la cede de cuatro de los Comités Financieros Internacionales más influyentes que se ocupan de dar seguimiento a la banca global: El Comité de Basilea para la Supervisión Bancaria, el Comité para el Sistema Financiero Global, el Comité de Sistemas de Pago y Liquidación, y el Comité Irving Fisher que se ocupa de las estadísticas de los bancos centrales.

Actualmente, la misión principal del BPI es servir a los bancos centrales en su búsqueda de estabilidad monetaria y financiera, fomentar la cooperación internacional en estos campos y actuar como banco para los bancos centrales. Además, el BPI compra y vende oro y divisas para sus clientes. Proporciona gestión de activos y facilita créditos a corto plazo a los bancos centrales cuando lo necesitan. Es también depositario de la reserva de oro de los países miembros. Abre y administra cuentas de depósitos con bancos centrales. Actua como fiduciario o agente en materia de pagos internacionales. Acepta depósitos de los bancos centrales entre otras operaciones financieras.

Este megabanco funciona también como Cámara de Compesación Internacional de los bancos centrales y en cierta forma maneja a todo el sistema financiero mundial, ejerciendo funciones de supervisión indirecta del sistema internacional de los bancos comerciales, como veremos más adelante.

Las principales funciones de un Banco Central, según el BPI, son: Controlar el flujo de crédito y el volumen de moneda que hay en circulación, lo que garantiza la estabilidad del clima empresarial, y mantener los tipos de cambio dentro límites manejables para asegurar el valor de la moneda, y así facilitar el comercio internacional y los movimientos de capital.

También el BPI hace funciones indirectas de supervisión de los bancos comerciales a través del poderoso Comité de Basilea para la supervisión bancaria que regula las necesidades de liquidez y de capital de los bancos comerciales (Indice de Solvencia). Ayudó a crear el Instituto Monetario Europeo (IME) que fue el antecedente para crear el actual Banco Central Europeo (BCE).

Para ser una institución tan reservada y hermética el BPI ha demostrado tener una formidable capacidad de resiliencia, ya que sobrevivió a la Gran Depresión Económica, al final de los pagos por reparaciones de guerra y al patrón oro (dos de las principales razones de su fundación), al auge del nazismo, a la Segunda Guerra Mundial, al Acuerdo de Bretton Woods, a la Guerra Fría, al nacimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), pero también a las crisis financieras de los ochenta y noventa y al final del comunismo. También sobrevivió a la crisis financiera del 2008.

En la actualidad está sobreviviendo a la gran depresión económica mundial profundizada por pandemia covi, pero su gran reto será sobrevivir al uso de la tecnología de la Cuarta Revolución Industrial que ya está provocando  grandes cambios en los sistemas de pagos internacionales, como pudimos explicar en el artículo titulado El Sistema Financiero en la Economía Digital. (Ver inversioneslucicar.blogspot.com)